miércoles, 30 de marzo de 2011

Cuidándose de alguna explosión en el cielo



Hablar de algún disco que no tenga letras en sus canciones es un arma de doble filo, pueden omitirse la claridad de las palabras que muchas veces (e injustificadamente) toman la batuta como el principal componente en una pieza musical y el otro es que la interpretación del sonido sea sumamente subjetiva y por ende con mucha más libertad. El nuevo material de Explosions in the sky es una continuidad de lo que nos tiene acostumbrados, por lo que los riesgos decidieron dejarse a un lado.


Poco hay que resaltar llevándolo al plano de la diferenciación con sus anteriores producciones, los crescendos, los paisajes musicales y caricias a las cuerdas no se extrañan en ningún momento. Si a esto le sumamos los ecos más plasmados aquí vemos una mayor visualización de entornos; Por esto, las notas que encontramos aquí se muestran más largas, distanciadas que sus previos trabajos, la complejidad existe pero en sentido mas aletargado y hay que tener talento para demostrar eso y más aún para ensimismar al escucha  en esos significados abiertos.


Quizás por esto, la banda juntara a  6 artistas visuales para representar sus canciones, en un cementerio en Los Angeles California (¿Una luz tenue no hubiera podido hacer el trabajo?) Cada pieza realiza un cúmulo de escenas en exterior (diferenciándose de aquel Time Stops más intimista) para llevar al protagonista a respirar naturaleza (Last Known Surroundings), Urbanismo indie (Trembling Hands), bosques con luces de neón (Be comfortable, Creature) o ese largo anhelo llamado Let me Back In.


Y esto es justo de lo que se habla, de esa interpretación, de las escenas, paisajes y momentos que los instrumentos funcionan como pinceles y el aire como lienzo. No hay que asustarse, los EITS están más vivos que nunca y con nuevas acuarelas que presentar. 


Oriundos de California, se les envidia.




Explosions in the Sky – Take care, take care, take care (2011)


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