miércoles, 20 de febrero de 2008

Sicko

Por si no se acuerdan de Michael Moore, es aquel gordo sarcástico que a pesar de las vastas críticas que recibió por su documental Fahrenheit 911 tuvo los suficientes para mostrar con pelos y señales lo que sabíamos sobre la administración Bush. Pues bueno, sin tanto circo mediático como Fahreneit (quizás por el contexto del documental) al fin llega tardíamente a México Sicko (Estados Unidos, 2007) una travesía por los servicios médicos de Estados Unidos, el trato que estos proporcionan a sus clientes y el engranaje construido por la económicamente influenciada cúpula política de Washington

A grandes rasgos, el documental mantiene la fórmula de Moore (la ironía, personajes característicos que comparten la situación del tema –policías, voluntarios del 911 y bomberos con enfermedades crónicas y nula atención médica-, las contradicciones sacadas a flote en un momento incómodo… y Canadá) contenida en capítulos, que aunque no representados textualmente, si nos damos cuenta de esta a medida que pasa el filme. Pero a pesar de las similitudes con Farheneit y Bowling for Columbine, Sicko resalta de una manera más emocional, que, por la obviedad del tema resultan más humanas, con experiencias de tipo personal, muchos close-ups y teniendo siempre la expresión humana de los entrevistados para alejarse un poco de pruebas físicas y toneladas de información escrita.

Moore se enfoca a entrevistas, imágenes y relatos a personas que han sufrido en carne propia algún tipo de injusticia a causa de estas instituciones, que generalmente se trata por falta de dinero de los clientes, por un lado podemos pensar que es ingenuo por parte de Moore el tratar una de las reglas de Estados Unidos que todos sabemos: entre más dinero tengas, mas vales. Y por el otro es que quizás esa sea la principal razón pero enfocándolo al sentido humano, ¿qué hacer con los indigentes, ancianos, inmigrantes (injustamente no retratados en la cinta) y veteranos de guerra que no pueden llegar libremente a un hospital sin antes haber desembolsado miles de dólares? ¿Dejarlos morir? Para las instituciones presentadas por el director esto parece tentador.

Una de las partes más cínicas del documental por partes de estos servicios de salud es donde vemos a varios de sus exempleados que hacían la motivante labor de poner barreras a sus clientes para ahorrarle a la empresa millones de dólares, hacerles creer que mientras estaban protegidos, realizaban “mano negra” en los documentos para no hacerles válida su adquisición al momento que la necesiten o realizar las cirugías “a la mitad” literalmente. Para esto, la empresa entregaba bonos adicionales a estos empleados, esto quiere decir,” entre más le niegues al cliente tu cheque será más gordo”.

Moore realiza las inevitables comparaciones de varios sistemas de salud de otros países tales como Canadá, Reino Unido, Francia (donde hay gente del gobierno que te ayuda gratuitamente a limpiar tu casa) para cerrar con broche de oro en Cuba, primero en Guantanamo, donde lleva a los voluntarios del 911 al tratarse como los criminales guerra (donde tienen servicio médico de primera) la base, como es esperado nunca respuesta alguna. Así, con el servicio negado y enfermos a cuestas decide ir a La Habana y pedir ayuda a un hospital local para los voluntarios del 911 donde gratuitamente le dan los servicios negados en su propio país.


En una sociedad donde te dan a escoger cual dedo quieres que se te implante por qué no alcanzas a pagar el plan de tu sistema de salud no es muy difícil dilucidar hacía donde va este documental. Moore sostiene en varias ocasiones la contradicción principal la premisa de la película, donde la potencia más rica del mundo tiene en su interior a 45 millones de personas sin servicio médico, es quizás también una de las más pobres en cuanto a sentido humano por parte de las corporaciones que controlan el país.

jueves, 14 de febrero de 2008

REC, terror en formato youtube


REC (España, 2007) puede verse común, como un intento más para atraer a los fans del horror aunando el pedigrí de Jaume Balagueró o como una película de zombies tomando prestados materia prima de títulos ya preestablecidos (infecciones, gobierno, descubrimiento de investigaciones y el aftermath de esto) y recurriendo al estilo amateur que en varios años para acá ha salido a relucir reafirmándose con Cloverfield y Diary of the Dead por ejemplo. Pero al momento de analizarla con detenimiento y recorrer sus ruidosos 70 minutos hay que salirse del trance para decirnos “creo que he disfrutado de más esta película”.

Tratando de ir al grano en cuanto a lo que la historia nos cuenta, REC trata de un par de empleados de televisión (camarógrafo y conductora) que realizan un programa nocturno en Barcelona llamado “Mientras usted duerme”, para esta ocasión visitan un cuartel de bomberos que acuden a un llamado de auxilio de uno de los habitantes de unos departamentos donde al parecer ha habido un accidente cotidiano con uno de los vecinos, al intentar ayudar es cuando empiezan los problemas descubriendo que un virus ha azotado el edificio y el gobierno los ha puesto en cuarentena.

Con una inevitable comparación al estilo del Proyecto de Bruja de Blair, REC deja eso de lado para hacer una sencilla pero decisiva diferencia: el encierro. Mientras El Proyecto… se enfocaba a un espacio abierto inexplorado, el filme de Balaguero y Plaza recurre a espacios reducidos y estrechos con iluminación filtrada registrando en el espectador las pocas opciones que tienen los protagonistas para contactarse con el exterior. Al mismo tiempo que crea atmósferas terribles para los habitantes de la casa, involucra un trasfondo en la historia ayudándose masivamente por el gran trabajo de cámara, esto como advertencia al espectador, por el movimiento frenético y sin toma de concesiones ya que simplemente ya que parece que los realizadores les vale madre si ves con claridad o no (que la verdad son muy pocas) ayudando a reforzar el estilo “real” que pretende desde el inicio de la película.

Otro punto fuerte a resaltar es la histeria sostenida por los actores (quizás como recurso de salida por la poca calidad histriónica de los actores) pero que apoyan con creces el ritmo, sorprende que en ningún momento este disminuye en la marcha del filme, tenemos gritos, lágrimas, desesperación, insultos, coraje, incertidumbre y por supuesto, miedo. Todo esto plasmado a través de estos reporteros que en todo momento tratan de seguir la noticia cámara en mano dejando entrever que es lo prioritario en ellos, si ayudar al grupo de inquilinos o dar a conocer la noticia.

Irónicamente esta producción realizada en un edificio de Barcelona (la mayor parte) con dos cámaras y pocos actores costo 1 millón y medio de euros, y encontrarnos con un muy disfrutable trabajo de un nuevo terror español que nos presenta una propuesta que si no es del todo nueva, introduce un respiro fresco en el saturado campo del horror (y más en el estadounidense) … y sin cerrar cuadras enteras en Nueva York para soltar no-muertos idénticos y genéricos.


miércoles, 13 de febrero de 2008

…y Burton sigue afilando su culto

Musicales, un virus que mi persona trata de evitar a toda costa cayo seducido bajo el encanto de los ingredientes que forman el Sweeney Todd de Tim Burton a la pantalla grande ¿y cómo no iba a hacerlo si mantiene todos los elementos para darle un orgasmo audiovisual a los fans ávidos de oscuridad caricaturesca?

Esto, sin llegar a malinterpretaciones, Sweeney Todd cuenta con una historia redonda con piezas que no sobran ni faltan, todos los personajes encuentran su razón de existir (y de morir) en este “cuento para grandes” y definiendo ciertos predecibles acontecimientos nos dejamos llevar hasta la resolución de una obra tanto teatral (caracterizada por su diseño de producción) hasta cinematográfica (por su lenguaje y excelente cámara - el cuadro final, los close-ups y primeros planos quedara en la cabeza de muchos espectadores-).


Alejándose de la luz y color de Big Fish y Charlie y la fábrica de chocolates para entrarle de lleno a una oscuridad del tipo de Sleepy Hollow pero más densa,
Burton se mantiene fiel a su estilo especialmente en escenas abiertas y recordando sus fetiches predilectos por los cuadros, las líneas en los personajes y el “viaje” de los créditos, Sweeney Todd se mantiene por los elementos anteriormente mencionados y por uno de los puntos fuertes que es la ironía de los personajes principales (Depp y Bonham Carter) trastornados y necesitados cómplices que le dan un gran plus al filme para llevarle la corriente a través de expresiones faciales, la proyección al momento de vocalizar y el movimiento corporal de los intérpretes para darle la suficiente consistencia para llevar a cabo la resolución . Con ciertos baches que en lo personal creo que rompen con el ritmo de la película para dar paso al género seleccionado que es el musical pero sin llevarlo al hartazgo, hay que abrirse a la posibilidad de que en cualquier recibiremos bastantes tonadas de la exitosa obra en la pantalla grande.

Aunque el filme no es malo en absoluto y se erige como la obra más “adulta” del director, se siente algo cansado el encontrarse con demasiados elementos familiares del mismo al grado de querer olvidar que se trata de un trabajo de Burton y dejar paso a las actuaciones para tratar de sorprendernos con una historia sólida y concisa.

Sweeney Todd es una película de Burton (y la más sangrienta), con todas sus pasiones, estilo visual, y personajes excéntricos como dicta el manual. Sería refrescante que el realizador aumentara sus opciones a futuro y dejar por un lado las adaptaciones, claro, esto después de que haga Alicia en el Pais de las Maravillas, su rumorada nueva producción para el 2010, esa si la quiero ver.