lunes, 18 de abril de 2011


viernes, 1 de abril de 2011

Ciccone Youth - Macbeth



Vi Trash Humpers, se trae toda la onda. Ni modo. 

miércoles, 30 de marzo de 2011

Cuidándose de alguna explosión en el cielo



Hablar de algún disco que no tenga letras en sus canciones es un arma de doble filo, pueden omitirse la claridad de las palabras que muchas veces (e injustificadamente) toman la batuta como el principal componente en una pieza musical y el otro es que la interpretación del sonido sea sumamente subjetiva y por ende con mucha más libertad. El nuevo material de Explosions in the sky es una continuidad de lo que nos tiene acostumbrados, por lo que los riesgos decidieron dejarse a un lado.


Poco hay que resaltar llevándolo al plano de la diferenciación con sus anteriores producciones, los crescendos, los paisajes musicales y caricias a las cuerdas no se extrañan en ningún momento. Si a esto le sumamos los ecos más plasmados aquí vemos una mayor visualización de entornos; Por esto, las notas que encontramos aquí se muestran más largas, distanciadas que sus previos trabajos, la complejidad existe pero en sentido mas aletargado y hay que tener talento para demostrar eso y más aún para ensimismar al escucha  en esos significados abiertos.


Quizás por esto, la banda juntara a  6 artistas visuales para representar sus canciones, en un cementerio en Los Angeles California (¿Una luz tenue no hubiera podido hacer el trabajo?) Cada pieza realiza un cúmulo de escenas en exterior (diferenciándose de aquel Time Stops más intimista) para llevar al protagonista a respirar naturaleza (Last Known Surroundings), Urbanismo indie (Trembling Hands), bosques con luces de neón (Be comfortable, Creature) o ese largo anhelo llamado Let me Back In.


Y esto es justo de lo que se habla, de esa interpretación, de las escenas, paisajes y momentos que los instrumentos funcionan como pinceles y el aire como lienzo. No hay que asustarse, los EITS están más vivos que nunca y con nuevas acuarelas que presentar. 


Oriundos de California, se les envidia.




Explosions in the Sky – Take care, take care, take care (2011)


viernes, 11 de marzo de 2011

Polly, un maduro fruto de su tierra


El nacionalismo convencional ha sufrido una serie de transformaciones que se derivan dentro de cuestiones clásicas como las más vulgares, de esas que vemos en los spots de televisión.


Al hablar de Let England Shake, el nuevo disco de PJ Harvey es inevitable que tal palabra no aparezca en la testa (de ahí el intro) y no solo por los títulos de sus piezas, empezando con el contundente nombre del álbum y las siguientes; The Last Living Rose, The Glorious Land, England son pequeñas formas de un maravilloso todo que recorre los sonidos británicos tanto percusivos, líricos y musicales. 

Se tiene que confesar que a primera instancia la naturaleza del álbum me hizo sentir distante, frió, nada comparado con el ambiente íntimo que la Harvey construyo con White Chalk a pesar de sus constantes referencias a los paisajes británicos siempre había algo que rescatar y moldearlo a placer. En esta ocasión, esos sonidos han quedado atrás, las vocales lúgubres, el arpegio incrustados con cera en la musicalización que junto con el piano daban dádivas opresivas y etéreas han sido enterradas cual fueran su casa natural, la reminiscencia de esto puede ser que haya quedado plasmado en Hanging in the wire.

Aquí, los instrumentos suben de volumen, los amplificadores Orange calientan sus bulbos y la voz aúlla con una bipolaridad extrañamente disfrutable. Puedo decir que el feeling Pixies  llego en mí (Y no solo por la actuación minúscula pero simbólica de Joey santiago en The Last living Rose) a manera de incursionar en melodías pegostiosas con significados violentos (What is the glorious fruit of our land? Its fruit is deformed children.) lo que le da un significado más profundo del de por si excelente valor del todo. Written on the Forehead hace evocar a His name is Alive de manera excepcional por cierto. 

¿Y el nacionalismo de entrada? esta aquí y bien parado, pero no como lo conocemos, sino más terrenal, el que escapa de aquella realidad superimpuesta, el de callejones malolientes, el de una lluvia ácida, ríos fétidos, guerras patrocinadas y el que reconoce las consecuencias de un futuro castigo divino. Todo, escupido desgarradoramente por esa afable y dócil ventisca llamada PJ Harvey.

PJ Harvey - Let England Shake (2011)



miércoles, 9 de marzo de 2011

Unisex

El baño, unisex como claramente se veía desde la silla de la barra mostraba cual dama de la noche su puerta abierta a los ganosos y deseosos de derrochar las toxinas bárbaras y con velocidad pronunciada sobre los pequeños hoyos del mingitorio. El, con marcas en sus mejillas causadas por la palma de su mano dejaban rojizo testamento al momento de separarla y recordar de la necesidad primaria de ir a mear.

El lugar era apropiado para desplazarse con movimientos leves, separando las piernas y bajándolas de la pequeña varilla donde previamente habían estado sus talones hace ya casi 2 horas. Volvió en si pestañeando un par de veces, lamiéndose los labios y sintiendo esa punzada en sus genitales.

- ¿Que hora sera?

Como si fuera el único residuo de muchas de sus ideas que tenía antes de entrar a tal hoyo funky. Él impávido, mostró su condescendencia a tal grado que podría ser un esclavo de cualquier tipo. Dirigiéndose al baño las punzadas se volvían mas impacientes.

- Ya voy, ya voy

Bajando el cierre y sacando soltó el alivio dejando sacar un suspiro de desahogo, con boca abierta y ojos entrecerrados su mirada cruzando en una especie de "Z" con el espejo frente a el, enviándolo al más grande que estaban en los lavamanos para llegar al dantesco título "Cuartito del cagadero" donde claramente el inquilino en cuestión se encargaba de sus propios asuntos.

Los ligeros gemidos de quién se encontraba a su lado ya habían pasado de incomodarlo para dar paso a un soundtrack en ese escenario lleno de moho, charcos que era mejor no descifrar y espejos sucios. Tratando de incrementar la velocidad para terminar la cantidad de líquido que estaba expulsando mientras escuchaba los pujidos indeseable y extrañamente atrayentes se limpio utilizando el ritual particular de sacudirla, pasando los segundos intentaba alejarse de esa sensación pero los sonidos del entorno lo llevaban a una fantasía que no había encontrado hasta ahora, una vez más trataba de quitar el exceso de orina, una vez más (...ese gemido) ....y otra (...esos pujidos) ... y otra (...gime), hasta llegar a un viaje en sincronía con quién sea que estuviera dándole esa obscena grafía.

Termino la sinfonía con un espasmo nervioso que si bien no fue con altavoz cumplió el cometido de darse a conocer en todo el tocador que había llegado al clímax. Cerrándose el pantalón rápidamente y lavándose las manos, con suspiros agitados y confundiendo si ya se había puesto jabón líquido o no, se tallaba rápidamente mientras veía salir a una persona del cuarto con característico nombre. Un fornido hombre con excepcionales huesos gordos y sudados desde los hombros a las manos salía lentamente acomodándose la camisa manchada de cerveza y botanas en el mejor de los casos, se intentaba fajar levantando el enrome bulto sobre su vientre dejando entrever la copiosa cantidad de vello púbico. Miradas cruzadas una vez más:

- No quería salir esa chingadera, pero vieras el regalito que le deje al otro que venga a cagar?!

El, cerro lentamente los ojos con decepción risible.

Madensuyu - Should we ever fall